Ferrari 849 Testarossa: un apellido inmortal que regresa con un ADN completamente distinto

El Ferrari 849 Testarossa no es un simple regreso al pasado, ni un homenaje nostálgico al deportivo que brilló en los años 80. Comparte únicamente el nombre y el espíritu de innovación, pero su filosofía es completamente distinta: mientras aquel Testarossa era un icono de diseño, lujo y potencia de su época, este nuevo modelo se adentra en un territorio mucho más radical, donde la hibridación heredada de la Fórmula 1, la aerodinámica activa y el diseño inspirado en los prototipos de los años 70 se combinan para dar vida a un superdeportivo de vanguardia.
Con cifras que quitan el aliento —0 a 100 km/h en 2,3 segundos, más de 1.000 CV de potencia híbrida y 330 km/h de velocidad punta—, el 849 Testarossa se convierte en el nuevo referente de Maranello.

Motorización: un híbrido con alma de pura sangre

La joya de este Ferrari es su tren motriz híbrido. En el corazón late un V8 biturbo de 3.990 cm³, que por sí solo entrega 830 CV. A él se suman tres motores eléctricos —dos en el eje delantero y uno en el trasero— que aportan 220 CV adicionales, llevando la potencia total a más de 1.050 CV.

Toda esta energía se canaliza a través de una transmisión de doble embrague de 8 velocidades, que garantiza cambios instantáneos y precisión quirúrgica en cualquier circunstancia. La tracción total (AWD) convierte la descomunal potencia en un agarre imperturbable, capaz de catapultar al 849 Testarossa de 0 a 200 km/h en 6,35 segundos y mantenerlo firme hasta su punta de 330 km/h.

Este Ferrari no se olvida de la eficiencia: ofrece hasta 25 km de autonomía en modo eléctrico puro, perfecto para trayectos urbanos sin emisiones. Todo ello con un peso en vacío de 1.570 kg, cifra sorprendente para un híbrido de estas prestaciones, lo que demuestra la obsesión de la marca por la ligereza.

Diseño: herencia reinterpretada

Aunque lleva el apellido Testarossa, el 849 no se parece al modelo clásico. Su lenguaje estético se inspira en el 512S y en los prototipos de competición de los años 70, pero se basa en las proporciones y líneas del SF90 Stradale, llevadas a un plano aún más extremo.

Uno de sus rasgos más llamativos es la trasera, con la característica “cola de pato”, un guiño directo a los Ferrari de resistencia del pasado. El conjunto se presenta musculoso, agresivo y plenamente enfocado en la aerodinámica, sin perder el refinamiento que caracteriza a Maranello. El resultado es un coche que honra la tradición sin caer en la nostalgia, apostando por un futuro en el que el rendimiento y la innovación mandan

Aerodinámica: la ciencia al servicio de la velocidad

La aerodinámica es uno de los grandes protagonistas del 849 Testarossa. El alerón trasero activo, inspirado en el SF90 Stradale y el 296 GTB, ajusta automáticamente su ángulo para equilibrar carga aerodinámica y eficiencia, garantizando estabilidad en curvas rápidas y mínima resistencia en rectas.
La versión Assetto Fiorano eleva aún más el listón. Con 30 kg menos de peso, gracias al uso de materiales más ligeros, incorpora elementos específicos como splitters más agresivos y alerones basados en el 512M y en el radical FXX-K. Todo ello lo convierte en una máquina afinada para circuito, aunque totalmente legal para carretera.
El objetivo de Ferrari es claro: lograr que cada superficie, cada curva y cada componente trabajen juntos para ofrecer un comportamiento impecable, tanto en trazados de alta velocidad como en carreteras técnicas.

Versiones: coupé y spider con la misma esencia

El 849 Testarossa se lanzará en dos configuraciones: Coupé y Spider convertible. La segunda añade apenas 90 kg adicionales, pero conserva idénticas prestaciones. Esto significa que incluso con el techo retráctil, el Spider es capaz de igualar las cifras de aceleración y velocidad punta de la versión cerrada.

Para los más puristas, el paquete Assetto Fiorano se convierte en la opción más radical. Además de la reducción de peso y la aerodinámica mejorada, incorpora un diseño exclusivo, lo que lo convierte en un modelo aún más exclusivo y atractivo para coleccionistas.

Conclusión: tradición e innovación, unidas en un nuevo icono

El Ferrari 849 Testarossa representa un nuevo capítulo en la historia del Cavallino Rampante. No busca replicar al clásico de los 80, sino reinterpretar lo que significa ser un Ferrari de vanguardia. Con su tren motriz híbrido de más de 1.000 CV, su aerodinámica activa inspirada en la competición y un diseño que mezcla tradición con innovación, este modelo se consolida como un hito tecnológico.

A la espera de la homologación definitiva de consumos y emisiones, el 849 Testarossa ya se proyecta como una de las creaciones más importantes de Maranello en los últimos años. Porque, aunque solo comparte con su antecesor el nombre, ambos persiguen lo mismo: definir lo que significa ser un icono en su tiempo.